Manos a la obra…y en el mundo sanitario

Banco corregido

Una vez finalizado el curso académico y hasta la fecha de vacaciones, el grupo de seminaristas ha asumido una doble tarea al margen de los libros: una tarea realizada en el seminario, como ha sido pintar las paredes y bancos del claustro grande. Dirigido por uno de ellos, el resultado ha sido más que satisfactorio, hasta rayar la profesionalidad. Con bocha en mano y lija y la indumentaria oportuna, durante varios días han mostrado su habilidad, entusiasmo y compromiso en la labor de mantener curioso el edificio del seminario.

La otra tarea desarrollada ha tenido lugar fuera del seminario. Durante casi quince días han estado prestando su servicio como colaboradores  en los centros del Padre Menin, Santa Clotilde y en la residencia de las Hermanitas de los pobres de Cazoña. A los respectivos centros han estado acudiendo cubriendo los horarios normales de trabajo, viviendo el encuentro directo con el mundo de enfermos psíquicos, enfermos y ancianos, así como el contacto con los trabajadores sanitarios y religiosos. La evaluación final en la que se ha podido compartir las experiencias vividas ha puesto de manifiesto lo positivo y enriquecedor de lo vivido en todos esos días, un complemento muy oportuno en el proceso formativo de los que se preparan para ser los nuevos pastores en nuestra Iglesia.

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