El 27 de marzo, Martes Santo, aprovechando el final del trimestre, en un soleado día, nos acercamos a Valderredible para realizar la visita que el mal tiempo nos impidió realizar del día de San José.
En San Andrés de Valdelomar nos esperaba el párroco, D. Julián Berzosa, que nos acompañaría como guía en las visitas de la mañana.
Comenzamos con la visita al Museo Etnográfico que D. Julián ha ido levantando a lo largo de los años en los nexos de la casa parroquial.
2ª visita: Iglesia rupestre de Santa María de Valverde. Excavada en la roca y con espadaña exenta del s. XIII.
3ª visita: Iglesia de Susilla. En ella, a lo largo de los siglos, se fueron superponiendo y armonizando los distintos estilos arquitectónicos: s. XII (románico), s. XIV (gótico) y s. XVI (renacentista)..
4ª visita: Iglesia de Villanueva de la Nía, donde tuvimos ocasión de contemplar, sobre todo, su ábside románico del siglo XII.
5ª visita: Iglesia de Quintanilla de An, con su magnífico artesonado mudejar único en Cantabria.
Después de esta visita nos despedimos de Don Julián conocedor como ninguno de estos pueblos y de sus iglesias.
6ª visita. Después de comer en Polientes, nos acercamos a visitar la colegiata de San Martín de Elines. Magníficamente conservada y magníficamente explicada por su actual guía. Recordamos, ¡cómo no!, la figura de D. Bertín, quien fuera durante tantos años párroco, protector y guía de este singular monumento.
7ª visita: Orbaneja del Castillo, ya en la provincia de Burgos. Singular pueblo surcado por las abundantes aguas que atraviesan el macizo calcáreo en el que se asienta.
De regreso al Seminario, por El Escudo, rezamos vísperas en el monasterio de Soto-Iruz, y, finalmente, en Puente Viesgo, tomamos un reconfortante chocolate con churros.
Aquí, los árboles en flor nos invitaron, una vez más, a dar gracias a Dios por la hermosa jornada vivida.