La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) fue instituida por san Juan Pablo II en 1985, Es siempre un acontecimiento cargado de novedad. Cada una tiene algo único que la hace irrepetible. Pasan los años, pero la JMJ sigue despertando interés en las nuevas generaciones de jóvenes, porque siempre los hay dispuestos a participar en la JMJ. Y esto es un motivo de esperanza para la Iglesia y para la sociedad.
En la JMJ de Cracovia han anunciado su participación casi un millón de jóvenes de todos los continentes. De nuestra diócesis de Santander acuden 35 jóvenes coordinados por la Delegación Diocesana de Juventud y otros grupos del Camino Neocatecumenal y Colegios. Se impartirán catequesis de los obispos a los jóvenes. Porque el desafío principal de la JMJ es ser un auténtico evento de gracia, para que los jóvenes que asistan tengan en la Iglesia, junto al papa Francisco, un encuentro íntimo y personal con Jesús que transforme sus vidas, y de este modo puedan plantearse metas altas en su vida cristiana, concretamente su vocación al sacerdocio, a la vida laical o a la vida consagrada.
La de Cracovia 2016 es la JMJ del Jubileo de la Misericordia que está viviendo la Iglesia. El tema de la misericordia está muy en el corazón del papa Francisco. Sin duda será el Papa quien ayudará a los jóvenes a profundizar más en la misericordia, a hacer comprender mejor que los católicos creemos en un Dios cercano, que nos ama como padre con entrañas de madre. Hacer este descubrimiento transforma la vida de una persona.
La JMJ es en sí misma un signo de esperanza para la Iglesia y para el mundo. De una esperanza que nos llega a través de la fe y la alegría de jóvenes de todos los continentes. La JMJ nos enseña que es posible creer en Dios y ser testigos de su misericordia, llevando la fe a quienes se alejaron de Cristo o tal vez nunca lo conocieron. Ella trae esperanza a los desmoralizados, amor a los más necesitados humana y espiritualmente y alegría a todos porque somos hijos muy queridos de Dios.
Oremos por todos los jóvenes que participan en esta JMJ y sobre todo por los de nuestra diócesis de Santander.
+Manuel Sánchez Monge,
Obispo de Santander