Durante el encuentro con ellos nos compartieron los proyectos que AIN tiene para este año 2018, especialmente aquellos que buscan la reconstrucción de los pueblos de la llanura de Nínive, en Irak, arrasados por la violencia yijaidista.
Al final de la reunión y del diálogo, una pregunta se impone en nuestros corazones: ¿No será nuestro cristianismo occidental demasiado cómodo e instalado?
Nos pidieron que rezáramos por ellos. Su fe y su martirio sostienen nuestra pobre fe.