Es el título de la última producción de Infinito+1 dirigida por Juan Manuel Cotelo, conocido dentro del ámbito católico por la producción cinematográfica del documental sobre la vida de un sacerdote madrileño, D. Pablo Domínguez Prieto, titulada “La última cima“. Se extrenará el día 11-11-2011 junto a otro proyecto: “A ti, niño – ¿Qué celebras en Navidad?”. Pero esto sólo es el comienzo, una de las trece producciones que tiene en mente, y que harán que un gran público se dé de bruces con la persona de Jesucristo, cambiando la que cada uno se había dibujado por la verdadera: Jesús el Hijo de Dios y salvador de la humanidad, que perdona nuestros pecados.
Ya hace tiempo manifestó que era uno de sus grandes proyectos; en algunas entrevistas ya nos ponía en situación: su nueva película trataría el tema de los “conversos” actuales. Dios había hecho posible un encuentro con gente que le brindó su testimonio. Esta gente no se puede decir que fuesen de lo mejor que puedes encontrarte por la calle (un líder de una banda, un gigoló homosexual, una masona, una punky, un marxista, una escritora agnóstica, una empresario, un boxeador, un naúfrago, un titiritero, una top-model, un terrorista, un guionista de Hollywood), pero… un día se encontraron con Cristo, y no pudieron resistir la llamada de su voz, que les invitaba a cambiar de vida, a convertir su vida para alcanzar la felicidad que ansiaban. Un blog, que personalmente me hubiese gustado que tuviese algo más de vida (parece que a partir del 1 de diciembre se hará realidad este deseo en infinitomasun0.org), ya denota el tono desenfadado que le caracteriza; Juan Manuel Cotelo, con un lenguaje “poco ortodoxo”, o incluso “frívolo”, es capaz de impactar a quien busca a Dios y de tambalear falsos andamiajes humanos, para que seamos capaces de descubrir nuestras verdaderos cimientos en Dios.
«Antes no creían en Dios. O le consideraban un extraterrestre. O le tenían escondido en el congelador. Pero un día se encontraron con Él… ¡y cambiaron de vida! Un boxeador, una estudiante, un escultor, una actriz, una empresaria, un malabarista, una escritora, una modelo, un terrorista… Son inclasificables y están por todo el mundo. Se les llama “conversos”».
Aquí recojo una declaración, que anda por internet, del propio Cotelo: “La idea surgió de un encuentro casual. Una persona, en la calle, me identificó como actor y me prestó un libro en el que una princesa italiana hablaba de su conversión. La historia me impresionó e inmediatamente traté de localizar a la autora. Tardé ocho meses en lograr que me recibiera. Desde entonces hasta hoy, lo cómico es que he dado casualmente con doce conversos, de ocho países diferentes, a los que no he buscado. Cuando he sido yo quien tomara la iniciativa para dar con alguien, no lo he conseguido. Los conversos no son “intelectuales” alejados del mundo real en el que vivimos: Al empezar este trabajo comprobé cómo la literatura sobre conversos se reduce casi exclusivamente a historias de intelectuales conversos, de personas muy, muy listas. Como si se hubiera querido defender la idea de que hay gente inteligente que encontró la fe… que la fe no es para imbéciles o tarados. Sin embargo, no dejan de ser modelos alejados del común de los mortales, que no somos especialmente listos“.
Preparados para lo que venga… este proyecto va a cambiar muchas vidas; va a ser:
- rebrote de verdor (esperanza) en la masa de cristianos “envejecidos”
- y el que abra el “plástico protector” de cristianos que no hayan “estrenado” aún en su vida la eterna novedad de Dios.