Como viene siendo habitual, tuvieron lugar en nuestro Seminario, entre los días 21 y 24 de septiembre, las Jornadas Diocesanas de Formación Pastoral, en su XIII edición. Por primera vez, fueron presidas por nuestro nuevo Obispo, Don Manuel Sánchez Monge, quien iniciaba cada jornada con un momento de oración, a fin de que el Espíritu Santo iluminara a todos los participantes.
Las jornadas de este año giraron en torno a la problemática de la familia en la actualidad, con el título de “La familia cristiana. Certezas, desafíos y esperanzas”, que fue abordada, desde diferentes puntos de vista, en los diversos talleres desarrollados durante estas jornadas, por ejemplo, desde la Doctrina Social de la Iglesia, desde la perspectiva de los jóvenes, de la pastoral parroquial, o a la luz de la Sagrada Escritura, entre otros.
En cada jornada, y tras la oración, los talleres iban precedidos de una ponencia y el correspondiente coloquio, a fin de proporcionar una adecuada información, que permitiese el posterior desarrollo de los talleres. Las conferencias de los dos primeros días estuvieron a cargo de Don José Luis Guzón Nestar, sacerdote salesiano, Director del Instituto Superior de Ciencias de la Familia de la Universidad Pontificia de Salamanca, con los títulos de “La identidad cristiana de la familia” y “La familia, Iglesia doméstica. Objeto y sujeto de la Iglesia local-la pastoral familiar”. Aunque estaba previsto que las ponencias de los días 23 y 24 estuviesen a cargo de Doña Margarita García Tomé, ésta disculpó su falta de asistencia, por tener que acudir a una cita en Bruselas, en representación de la Conferencia Episcopal Española. En su lugar, acudió Doña Julia Villa García, del Centro de Orientación y Mediación Familiar Preventiva de la Universidad Pontificia de Salamanca, cuyas conferencias se titularon “Persona, Familia y Sociedad” y “La Realidad Familiar: problemas y desafíos. Una respuesta desde la orientación y mediación familiar preventiva”
Al término de las conferencias, y antes de la iniciación de los talleres, tenía lugar un descanso, en el que los participantes (laicos, sacerdotes y religiosos) tomaban un “café solidario”, consistente en un café de “comercio justo”, acompañado de pastas, cuyos beneficios se destinan a un proyecto social de la diócesis.
Las jornadas fueron clausuradas con la celebración de la Eucaristía en la tarde del jueves, presida por Don Manuel y concelebrada por los sacerdotes participantes.