Los pasados días del 24 al 28 de junio Bruno y yo participamos en las XII jornadas de liturgia para seminaristas mayores que la conferencia episcopal organiza cada año. Este año tuvieron lugar en la ciudad de Santiago de Compostela. Allí nos juntamos una treintena de seminaristas de diversas diócesis de España y varios seminaristas mexicanos que cursan su formación en el seminario y universidad pontificia de Comillas, Madrid.

En la Misa de apertura de las jornadas, D. Julián, arzobispo de Santiago, nos invitó a vivir aquellos días en un clima de fraternidad y formación como prolongación del seminario y como anticipo del clima formativo y fraterno que deben vivir los presbíteros en sus diócesis. Así mismo nos instó a reflexionar sobre los tiempos litúrgicos, temática del encuentro, para prestar un mejor servicio cuando estemos al frente de una o varias parroquias.

A lo largo de los días que duró el encuentro se sucedieron diferentes expertos en liturgia de la geografía española, que compartieron su saber, pero sobre todo su experiencia en el campo práctico parroquial. Así mismo pudimos visitar el sepulcro del Apóstol, darle un abrazo y rezar por aquellos que pidieron nuestras oraciones. Visitamos el centro internacional de acogida de peregrinos, gestionado por la diócesis, así como la iglesia de san Fructuoso o la Corticela, primitivo núcleo monástico de Santiago y hoy parroquia de la catedral. Tampoco faltó una visita gastronómica a algún restaurante para catar el pulpo galego o la cerveza fraterna.

Acabado el encuentro cada uno volvió a sus diócesis y sus tareas del verano.

“Quam bonum et quam iocundum habitare fratres in unum” (Sal 133,1).

Ramón Gómez Ruiz,
Seminarista diocesano de Santander.