“¿Ni frio ni caliente?” “¡Algo te falta!”
Sentimos la necesidad y tenemos el deseo urgente de darlo todo sin guardarnos nada. Ante la generosa llamada del Señor sentimos el santo deseo de entregarnos con la misma generosidad con la que somos llamados. Queremos hacer nuestras las palabras “te seguiré a donde vayas”.(Mt 8, 18-22) y ojala nunca perdamos esta disposición.
¿Pero será esto tan claro? ¿ voy o no voy?, ¿te sigo o no te sigo?. Será nuestra respuesta tan simple como un sí o un no? ¿Esta ecuación tiene solamente dos incógnitas?
Si lo pensamos puede que nos demos cuenta de que la diferencia fundamental no es la que hay entre un sí o un no, entre todo y nada. Más bien hemos de pensar que la diferencia está entre todo y casi todo. La cuestión no es tanto lo que das, sino lo que te reservas, lo que te guardas aunque sea poco e insignificante. Ahí es donde radica la diferencia. Son los fondos reservados, tiempos y espacios vividos al margen de nuestra vocación y a los cuales nos es muy difícil renunciar. Se trata de esas reservas mezquinas, esa calderilla existencial que guardamos celosamente no como garantía para darse mejor, sino como reserva para no darse tanto. Lo que se refiere a nuestro tiempo sagrado, a nuestro espacio inviolable, a nuestras manías intocables, a nuestros secretos irrevelables, a nuestros pequeños vicios inconfesables y también a las mentiras que nos decimos y tratamos de creernos para blindar esos fondos de toda injerencia ajena, Dios incluido, y por lo tanto alejados de toda conversión posible. Lo que no nos hace ni fríos ni calientes sino mediocres.
Para comenzar recuerda que al menos necesitas dos cosas: la gracia de Dios, que habrá que pedir, y la sinceridad y honestidad que hemos de poner por nuestra parte.
*** Pide al Señor que te ayude a dejarte guiar para encontrar y desprenderte de esa calderilla existencial que se esconde entre las costuras de los bolsillos de tu vida.
*** Pide también que te ayude a descubrir las mentiras-trampa que te dices y tratas de creerte para blindar esos fondos de toda injerencia ajena.
*** Mira si eres capaz de poner nombres concretos a esos fondos reservados. Pueden ser deseos, actividades, acciones, actitudes, tiempos, lugares, costumbres…
*** ¿Tienes algunos fondos reservados de cara al verano que se avecina?
Echa un vistazo por si acaso.
+++Pide perdón si descubres que más de una vez has dicho “si voy” pero te has reservado y luego no has ido.
+++Siempre estamos a tiempo de poner esa calderilla existencial sobre la mesa y sumarla al resto. Poco o mucho, eso es lo que tenemos y eso es “todo” lo que podemos ofrecer. Quizá no “más”, pero tampoco menos.
+++Termina dando gracias pues, aún con nuestros fondos reservados, Dios no se reserva nada. Espera y confía totalmente en ti.
Textos bíblicos
Ap 3, 14-20 // Mt 8, 18-22.// Mt 19,16-22// Mt 21, 28-30.
Salmo para dar la vida
Señor, dame la valentía de arriesgar la vida por ti,
el gozo desbordante de gastarme en tu servicio.
Dame, Señor, alas para volar y pies para caminar
al paso de los hombres.
Dame Señor, entrega para “dar la vida”
desde la vida de cada día.
Infúndenos, Señor, el deseo de darnos y entregarnos,
de dejar la vida en el servicio a los débiles.
Señor, haznos constructores de tu vida,
propagadores de tu reino,
ayúdanos a poner la tienda en medio de los hombres
para llevarles el tesoro de tu amor que salva.
Haznos, Señor, dóciles a tu Espíritu
para ser conducidos
a dar la vida desde la cruz,
desde la vida que brota
cuando el grano muere en el surco.
Amén.