… que dejaste este mundo en estos momentos tan difíciles para todos,
… que no pudiste acompañar a tu ser querido en el último adiós,
… que luchas contra tu enfermedad,
… que sales cada día al “frente” y arriesgas tu salud por servir a los demás,
… que miras con preocupación el futuro inmediato que nos llega,
… que te quedaste sin trabajo y no sabes qué va a pasar,
… que depositas cada día tu vida en quien es “tu Luz y tu Salvación”,
… que te cuesta descubrir un Orden por encima de este desorden,
… que tienes el corazón obstinado en contra de Dios,
… que hace semanas que no abrazas a tus hijos ni a tus nietos,
… que sigues orando por el mundo sin desfallecer
… que sigues trayendo el Pan de la Vida sobre el altar,
… que crees que nadie se acuerda de ti. Amén.